jueves, 11 de octubre de 2012

Una de lobos


Hoy ha vuelto el lobo.
Y ya es la tercera vez, en mes y medio.
La primera vez fue en un prado cercano, al que nos gusta llevar a pastar a nuestras ovejas, a mediodía.
La segunda en nuestra propia finca, una noche de luna llena y ladridos incansables de nuestros perros.
En sendos ataques se llevó a una oveja.
Esta última, de nuevo en el prado, mató a nuestra cabra, a una oveja y a un corderito recién nacido.

Durante este tiempo, muchos de los tópicos que habíamos escuchado sobre lobos se han ido cayendo: Ni es cierto que ataque sólo de noche, o en luna llena, ni que no se acerque a humanos a menos de 4 kilómetros, o que el lobo vuelva siempre a por la presa.

Si tiene hambre, se acerca a las poblaciones por las que pasa, y busca lo que sea, a poder ser ovejas. Nuestra finca está situada en un corredor de lobos, entre Guitiriz y Lavacolla, así que ya tienen la cena a tiro de piedra.

Nuestros sentimientos (además del dolor inherente a esta estúpida costumbre de cogerle cariño a los animales) son de indignación, ante la impotencia de ver que una situación creada por la Xunta, repercute tan negativamente en la población rural, y no sabemos si faltan ganas o interés para solucionarlo realmente.

El caso es que estos lobos han sido introducidos en un intento de proteger la fauna salvaje autóctona. (Lo sabemos porque el Seprona nos enseñó fotos de la manada que atacó a una de nuestras ovejas, seguidas con microchip por sus expertos).

Nosotros, que no tenemos nada en contra de ello, (es más, nos encanta que quieran proteger a las especies en peligro de extinción) creemos que falta una visión holística del problema:  Si se sueltan lobos será mejor asegurarse de que tengan alimento, y si no lo tienen, será responsabilidad de la Xunta el proporcionárselo, antes de poner en peligro al ganado local que también merece vivir.

Además, ni siquiera una vez muerto nuestro animal puede ser dejado en el monte a los lobos, y ayudar a continuar la cadena trófica, ya que envían un camión para llevarse sus restos a quemar a una incineradora.

Pues esto es lo que dejo aquí para la reflexión. Siento la acritud, pero es que ganaderas y agricultores no tenemos la culpa de tales equivocaciones, ya nos cuesta su trabajo la subsistencia diaria en el mundo rural.

Saludos,
Montse


miércoles, 10 de octubre de 2012

Novas incorporacións ó equipo


1 de Julio de 2012

Hoxe mudanse a Millo e Landras Igor e Montse. Igor irá a traballar tódolos días a Santiago, e Montse sumarase ó equipo “millolandrés” que coida da terriña e os nosos animais, ou sexa a nós, Marta e Víctor.
Esperamos que nos sonría a sorte nesta nova etapa.